Cuando no valoras ni tu tiempo ni tu dinero.

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Hoy en día «no valorar el tiempo es no valorar el dinero»  y por tanto es sinónimo a no valorar el esfuerzo que dedicamos para conseguir dinero, que en definitiva, es tiempo. Pero el tiempo no solo se consume para ganar dinero también se consume para gastarlo. 

Por ejemplo, muchas veces somos capaces de recorrer kilómetros por ahorrarnos 5 o 10 euros en un misma compra que podrías haber realizado en la pequeña tienda de tu barrio, ni que decir el tiempo que gastamos en ese ahorro es mucho más valioso que el ahorro en si y si añadimos el coste de la gasolina y algún gasto extra inútil ya te has fusilado el ahorro que pretendías. 

El ejemplo más habitual en el «consumo no inteligente» lo encontramos cuando nos dirigimos a un centro comercial o a una gran superficie a comprar, si contabilizamos los minutos que pasamos en el coche, minutos en lo que buscamos aparcamiento, minutos en lo que buscamos el producto, o aún peor, a encontrar a que alguien que nos atienda, posiblemente se nos vayan un par de horas si estás en una ciudad normal y sin muchos atascos. 

Al final la compra que hemos realizado la podíamos haber realizado tranquilamente en la frutería del barrio, en la ferretería o droguería, o en la mercería o en la carnicería, etc. y posiblemente hubiese sido un paseo más ameno por empatizar con la gente de tu comunidad y más corto. A lo que añadir que estás aportando riqueza a tu zona, y mirando un poco más allá, estás generando empleo estable, comunidad y riqueza para todos en tu zona.

Muchas veces pensamos que al acudir a alguna gran superficie lo resolveremos todo más rápido, sin embargo, en la práctica está demostrado que no es así. En definitiva este desplazamiento a una gran superficie lo hacemos por ahorrar dinero, pero sin embargo, el ahorro es ínfimo y no está compensado con la gran pérdida de tiempo. Las grandes superficies están pensadas para optimizar y reducir los gastos de los servicios y recursos humanos al mismo tiempo que intentan forzar al consumidor que compre más de lo que necesita, y es que ¿cuantas veces hemos salido de un centro comercial con cosas que no necesitábamos comprar?.

Por otro lado las grandes multinacionales no son del todo beneficiosas cuando pensamos en economía productiva, cuando las grandes superficies abundan niegan la realidad comercial al resto de la zona cerrando otros pequeños negocios que generan mucho más empleo y actividad economica, y a además, estas grandes superficies son representativas de grandes cadenas multinacionales que facturan gran parte de los ingresos fuera del país por lo que el impacto económico se reduce siendo en parte perjudicial para la economía local o nacional.

También es verdad que a día de hoy multitud de pequeños negocios de barrio han cerrado debido al fuerte impacto de las grandes multinacionales en el comercio online y por la proliferación de sus centros físicos, esto imposibilita realizar una compra conjunta en tu zona a pequeñas tiendas de barrio aunque uno/a quiera hacerlo, es por ello que debemos aprender a ser conscientes y a valorar nuestro dinero y nuestro tiempo y también nuestro futuro apostando por los pequeños comercios bien de tiendas físicas o bien de tiendas online de pymes y autónomos. También los pequeños comerciantes deben hacer piña y aunar fuerzas para poder llegar a los clientes, muchos de los clientes a veces ni siquiera saben qué pequeñas tiendas existen en su zona.

No hace muchos años, en toda España, la gran mayoría de la gente tenía el hábito de comprar en el mercado de abastos los productos de alimentación y luego, completaban el resto de compras en ferreterías, tiendas de pintura, bazares, droguerías, mercerías, etc. Durante años hemos cambiado estos hábitos en perjuicio de este tipo de pequeños negocios familiares cuando realmente tanto su servicio como sus precios han sido muy competitivos incluso mejores que los centros comerciales, no debemos sentirnos culpables por ello como consumidores porque también hemos sido víctimas de un tipo de mercado y políticas que han favorecido a las grandes compañías, últimamente el consumidor se siente más responsable y opta en gastar su dinero y su tiempo en otro tipo de comercio más cercano y de calidad, esperemos que en España no suceda con otros países donde encontrar una pequeña tienda de barrio en tu zona se convierta en una odisea, aún estamos a tiempo de elegir bien como comprar y cómo gastar mejor nuestro tiempo y dinero.