Desde que Rosalía apareció en escena con cierta potencia mediática, ha vuelto a España una variante de moda Cani (Choni o Yonki), una especie de moda festivo nocturno cutre entre tatuajes, malas combinaciones de ropa, tallas y colores.
Por favor, que Rosalía no se sienta ofendida, sabemos diferenciar entre un artista que se caracteriza por un estilo dentro de su puesta en escena y otra cosa.
La otra cosa es que tu hija con 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22 y 23 años se intente vestir cómo Rosalía pero con 40€ todo el conjunto y salga la calle !illo¡ que mi hija es libre de hacer lo que quiera ¡malamente¡ … cada uno/a es libre de vestir como le dé la gana, y si quieres vestir como un yonki, pues viste un yonki, choni o cani, todo es lo mismo, lo mismo da.
Hace 30 años, aproximadamente, después de ver determinado documentales, de vivir la vida en los muros de los trenes y de tener hechas recomendadas lecturas, una puede concluir que la moda actual es una mezcla de las tendencias que se producían en los años 80, con colores estridentes y tallas grandes, y una moda posterior entrada los 90, de ropa algo más ajustada y de pitillo con cierto toque gamberro, donde el vaquero y el chandal mandaban como mandaba Jesús Gil.
Entre los años 80 y 90 en España se produjo una de las escenas más desagradables la vida social española, fue el potente impacto de la droga que se llevó a tantísima gente por delante, la droga creó la moda yonki, la moda de la desgracia, la moda de barrio chungo, la moda que no fue una moda, era la vida real que recorría la geografía de los barrios más humildes de España, porque los yonkis no viven en barrios ricos como La Moraleja ¿sabías? esos, sí saben consumir, vestir a golpe de talonario y nadie les mira mal.
Es la llegada de la cocaína, el consumo drogas sintéticas y la heroína, años 80 y 90 lo que da una patada de golpe y porrazo, en aquellas dos décadas murieron y enfermaron miles de personas, jóvenes, eran los jóvenes de los años 80 que descubrieron la llegada de ciertas tendencias de consumo ilegal (heroína, coca, extasis) junto con ciertas libertades (a tope de fiesta), a estos jóvenes (y a sus padres) nadie les avisó de la letra pequeña de «eso» que empezaba a circular por las calles, entre callejones, locales de música, muros, peñas juveniles y algún que otro bar.
Hasta qué la situación de la droga no se hizo insostenible no se empezaron a hacer campaña antidrogas a nivel gubernamental, las propias asociaciones de vecinos y familias hacían las primeras manifestaciones para denunciar el impacto de la droga en los barrios, la droga lo destrozaba todo, excepto a sus mercaderes se acumulaban una grandísima fortuna, se puede decir que es algo parecido, en cierto sentido, con la tendencia actual de las casas de apuestas en los barrios, estas casas de apuestas, como la droga y el alcohol, son el síntoma de la pobreza, la búsqueda del olvido a través de una ansiedad/diversión que te destruye.
En los 90, al yonki se le identificaba rápido, su modo de vestir era muy particular y característico, en Torrente lo tenemos bien reflejado en la figura Cuco representada por Gabino Diego, sirva de ejemplo. Era entonces cuando podías ver a un joven con una manera de vestir completamente desfasada, normalmente mezclaba unos zapatos o una camisa un chándal y además te metía una chaqueta vaquera, y combinado muy malamente¡ tra tra¡ y con riñonera y con colores completamente fuera de lugar tanto en el calzado como en la parte superior, bien fueran camisas, chalecos o jerseys, era el estilo del desastre.
Este estilo de moda desestructurada que brotó de lo más chungo de la calle se instaló en los mercadillos, y con ello en los barrios más humildes sin la necesidad de que la gente estuviera metida en la droga. Los mercadillos eran el lugar más barato donde podías comprar algo y también el lugar donde acababan todas las cosas que eran robadas, las combinaciones eran imposibles pero se hacían, los yonkis combinaban lo que fuera, su dinero no era para ropa o comida,hasta grandes artistas del flamenco tomaron este estilo del que hablamos en su cotidianidad y que apareció especialmente a finales de los 80 y principio de los 90.
Este tipo de estilo yonki empezó a desaparecer de la gente normal, los barrios marginales se replegaban sobre si mismos y los yonkis no salían de sus áreas de confort, a lo que añadir el Boom del Prêt-à-porter de ZARA, Massimo Dutti o Springfield, estas casas de ropa se extendieron solapando el estilo Yoki del mercadillo en la vida común, fue entonces cuando el estilo yonki empezó a desaparecer.
En torno al año 2000 la cosa cambió de nuevo, ahora lanzado por las marcas dominantes de ropa proveniente de norte américa, vuelve el estilo choni, cani o yonki, llámalo como quieras. Eran las tendencias que llegaban de Inglaterra y Estados Unidos, fue el momento de estética de los Latin Kings, el Rap, Eminen, las Spice Girls, y aparecieron los canis por toda España, algo parecido a los Nini, pero terriblemente violentos y estructurados en bandas qué se dedicaban a delinquir y a agredir a inocentes. Pasaron seis años hasta que los canis prácticamente empezaron a desaparecer y la moda yonki volvió a olvido.
Y hoy, en el año 2020, otra vez vivimos con fuerza de nuevo la moda yonki, pero es una moda que está vinculada a la fiesta nocturna, con toque chungo y discotecas, las copas, la droga, el chandal, los pelos sintéticos, una manera de ocultar la pobreza enseñandola para los que no tienen pasta, y para los que tienen pasta, un divertimento, no lo olvides.
Básicamente es eso, pero no somos más tontos por que no podemos, y vamos a tiendas de marca para vestirnos como Chonis o Yonkis por 50 pavos la prenda si lo quieres hacer medio bien. Rosalía es una de los máximos exponentes de esta forma de vestir sin sentido, pero como las Spice Girls, se entiende dentro del contexto de la música y la puesta en escena de un artista, es su negocio y profesión, ganan dinero vistiendo para llamar la atención, es un espectáculo.
Pero luego ves a un montón de adolescentes, y no tan adolescentes, vistiendo como yonkis chonis, muchas de ellas y de ellos quizás no son conscientes de la miseria que lleva incluida esa forma de vestir. Por supuesto son libres de vestir como les de la gana, pero que sea siempre bajo el gusto personal y por no por una tendencia marcada por las marcas de ropa que se frotan las manos vendiendo mierda que no combina con nada, a precio de oro.
Y es que, cuando estás en la playa, ves a todos y a todas llenos de tatuajes, finalmente termina destacando el que no lleva un solo tatuaje. La moda yonki es igual, quieres destacar, ni más ni menos es una forma de llamar la atención bajo la necesidad de ocultar algún complejo emocional y personal, es decir, la carencia de personalidad, es mi modo de verlo.
En serio viste como te dé la gana, pero no tengas miedo a ser tú.
Por último, evita hacerte fotos con la ropa yonki, cuando pasen 10 años te gustaría que esas fotos no existieran, a menos que tengas mucho sentido del humor. Y por supuesto, no todo en los 80 y 90 fue chungo, pero lo de la monda yonki es de lo más chungo que nos ha quedado y pervive aún, porca miseria.