El mundo cambia y cambia a toda velocidad, una de las ruedas que gira más rápido es la rueda del mercado, ya no solo en el mundo financiero, sino en los pequeños barrios, en los pueblos rurales, en cualquier rincón de España.
El mundo gira rápido porque Internet impone la velocidad, hoy más que nunca la frase de renovarse o morir toma forma en todas sus posibles dimensiones.
Los que tenemos una edad sabemos reconocer el vértigo del tiempo, recordamos aquellas tiendas que llenaban los pueblos donde podías comprar de todo, eran tiendas qué servían todo tipo de productos, era la magia de las ferretería, de las droguerías, de las fontanerías, los polveros, las bodegas de vino, las carnicerías, fruterías, etc. Incluso comprábamos ropa interior de marcas tan conocidas como Abanderado, eran las famosas tiendas de Mercería, hoy en vías de extinción.
Todos estos negocios no solo representaban un sitio donde comprar cosas útiles, también eran un lugar en el que acudías y hablabas con tus vecinos, convirtiéndose en una especie de foro vecinal, dicho de otra manera, el comercio de barrio eran los nodos de la vida vecinal, además de aportar seguridad en los barrios.
Las tiendas de barrio o los pequeños comercios servían para dar empleo, revitalizar la actividad comercial de la zona y para conectar a la personas, y lo que era más importante, llenaban de vida las calles.
Hoy el mundo ha cambiado, el comercio on-line a impuesto nuevos hábitos de consumo, pero está por evaluar si estos nuevos hábitos de consumo son positivos para el país, porque siendo realistas, estos hábitos de consumo vía Internet están siendo acaparados por las grandes multinacionales, cierto que hay tiendas online de pymes españolas que están ofreciendo interesantes proyectos comercio online pero ¿Qué pueden hacer estas pequeñas empresas españolas al lado de los gigante norteamericano Amazon o eBay, o del todopoderoso chino AliExpress?
¿Es la alternativa en internet vender como autónomo o pyme en Amazon, Leroy Merlin o Carrefour?
A mi parecer no, esto es pan para hoy y mucha hambre para mañana, los gobiernos deben intervenir y frenar esta sangría que provocan las multinacionales en el pequeño comercio.
Recientemente escuchado en la tele hablar sobre el impuesto a las grandes multinacionales, un impuesto que afectaría a las multinacionales que he mencionado, pero teniendo en cuenta qué estás empresas hacen uso de una ingeniería fiscal «especial», este impuesto no solo es una sugerencia es una obligación para proteger a las pequeñas empresas españolas del monopolio de los grandes, no es intervencionismo que los gobiernos regulen los mercados, es sentido común, de no ser así ya conocemos el resto, pez grande se come a pez pequeño, el mercado no se regula solo, nunca ha hecho.